Actividades para la continuidad pedagógica
Literatura
Curso: 6°1° 6°2° Profesora: Alejandra Ovejero Año 2020
Actividad 1
A) Leé los textos 1 y
2 y luego completá el cuadro:
TEXTO 1
El corazón,
ubicado en el centro del tórax y orientado hacia la izquierda, es un órgano
hueco, del tamaño de un puño, con gruesas paredes musculares, que se contraen y
se relajan regularmente, de manera involuntaria.
Está
dividido en cuatro cavidades: dos aurículas, derecha e izquierda, en la porción
superior, y dos ventrículos, derecho e izquierdo, en la porción inferior. Cada
aurícula se comunica con el ventrículo del mismo lado; pero la parte izquierda
y la parte derecha del corazón, en cambio, están separadas por un tabique y no
se comunican entre sí. Es decir que el corazón funciona como dos bombas
separadas: la derecha recibe y expulsa sangre desoxigenada; la izquierda recibe
y expulsa sangre oxigenada.
El Gran Saber Larousse.
Ciencias Naturales.
TEXTO 2
El amor es
más fuerte. También es lo más importante. Es decir, el amor justifica nuestra
existencia y es capaz de vencer todos los obstáculos. Existen numerosos casos
de enamorados que persisten en su amor más allá de la oposición de sus padres.
Un amor que puede llevarlos a la muerte.
Basta con
recordar la historia de Romeo y Julieta, dos enamorados, hijos de familias
rivales, que vivieron un apasionado romance en secreto y hasta murieron por
amor.
Admitamos,
no para todos los seres humanos el amor es más fuerte que otras pasiones como
el deseo de poder o la ambición. Pero se equivocan al ridiculizar al más noble
de los sentimientos. Los humanos no somos tan desalmados.
Si el amor
no reinara en nuestros corazones ningún tipo de convivencia sería posible y el
mundo sería evidentemente una selva. Si fuéramos sinceros descubriríamos que la
gran mayoría querría vivir una historia como la de Romeo y Julieta. Ya lo dice
la tradición popular “El amor es la sal de la vida”.
Taller de
Lingüística, UNLM
Texto 1
|
Texto 2
|
|
¿Discutible
o no discutible?
|
||
Destinatario
¿Sabe o no sobre el tema?
|
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¿Uso de
la primera o tercera persona?
|
||
¿Se
involucra al lector?
|
||
Finalidad
¿Informar o convencer?
|
B)
Leé la siguiente información:
Texto argumentativo
Argumentar es dar razones, mostrar
verdades con la intención de persuadir apelando a los sentimientos, o convencer
mediante razonamientos lógicos.
Estructura:
Los elementos de una argumentación son:
- Punto de partida: circunstancias o pensamientos
que la originan.
- Tesis: aquello de los que se intenta convencer.
Puede plantearse directa o implícitamente. En este último caso es el
destinatario quien deberá reconstruirla.
- Argumentación propiamente dicha: es la parte más importante y
es el momento en el que se hace uso de los recursos para exhibir ante los
demás que la tesis es verdadera. Entre los recursos más destacados para la
construcción de textos argumentativos se encuentran:
- Cita de autoridad: es una técnica que consiste en
incluir la voz de un enunciador que avala la postura sostenida por el
enunciador del texto. El enunciado citado en general corresponde a
personas consideradas prestigiosas y con autoridad en el tema en
cuestión.
- Hacer concesiones: hacer una concesión significa
ceder en algún aspecto un cierto apoyo a los argumentos del oponente,
para luego negarlos. Suelen estar encabezadas por: aunque, si bien, aun
cuando...
- Desmentir: descartar la validez de un
argumento opuesto.
- Conceptualizar. Definir: se señala el modo en el que
debe ser comprendido un término determinado. El hecho de que para un
concepto se seleccione una entre varias definiciones posibles da cuenta
de su carácter argumentativo.
- Reformular: consiste en volver a decir,
con otras palabras, el concepto que se está desarrollando en el texto con
el objetivo de simplificar, desarrollar, ampliar y aclarar. Los
marcadores de la reformulación suelen ser: en otras palabras, dicho de
otro modo, es decir...
- Hipotetizar. Derivar
consecuencias: partir
de una afirmación para demostrar las consecuencias. (Si... entonces...)
- Ejemplificar: derivar afirmaciones generales
a casos particulares.
- Contar anécdotas: consiste en introducir sucesos
de la vida.
- Conclusión: cierra la argumentación, retomando la
tesis con una fundamentación final.
C)
Releé el texto 2 y
realizá lo siguiente:
1) Completá:
a.
Tesis:
b.
Recursos
utilizados en la argumentación propiamente dicha:
c.
Conclusión:
D) Elaborá un texto argumentativo a partir de una tesis
que contradiga a la que se desarrolla en el texto El amor es más fuerte.
...................................................................................................................................................
ACTIVIDAD 2
·
Leé atentamente el siguiente texto y luego realizá las
actividades:
La Nación, 22 de junio de 2000
Permuto computadora casi nueva por sopa
casera y pan de maíz
Por
Marina Lagos
La casa todavía
huele a cortinas con polvo y armarios cerrados. Las ventanas, abiertas de par
en par, dejan correr un aire fresco mientras que las paredes resucitan, se
expanden e iluminan como un aerostático; devorando el gas que le devuelve el
cuerpo, lo revive y le da razón a su existencia. Hay cajas en el medio, en el costado, arriba
y abajo; cosas perdidas, cosas re-encontradas; fichas de luz con función
desconocida, y esa vivencia de “cosa ajena” que se hace presente al encontrar
una sopapa con forma de flor y dos cucharitas en la alacena de la cocina.
Tomará un tiempo para que el espíritu de la casa se amolde a este nuevo cuerpo
que constituye nuestra presencia, para que deje de sudar ausencia, vejez,
despedida, soledad, y empiece a segregar los aromas mansos de la vida ; la que
transcurre serena y esencial como la savia en las plantas. Pasará un tiempo
para que olvide que estuvo dos años cerrada y nos reconozca como suyos, así
como nosotros la reconocemos nuestra.
Aquí estoy, sentada en mi nuevo comedor, descansando por un minuto mientras contemplo la tranquila calle del barrio: los árboles maduros, un gato al sol y las casitas para pájaros que ofrecen conciertos gratuitos. Apenas cruzando la calle, dos casas al oeste de la mía , distingo una figura luchando por cerrar la puerta de entrada. Cuando por fin se da vuelta, veo una señora de cabello blanco y edad avanzada, cargando con esfuerzo una cacerola color mostaza y un paquete envuelto en papel de aluminio.
Aquí estoy, sentada en mi nuevo comedor, descansando por un minuto mientras contemplo la tranquila calle del barrio: los árboles maduros, un gato al sol y las casitas para pájaros que ofrecen conciertos gratuitos. Apenas cruzando la calle, dos casas al oeste de la mía , distingo una figura luchando por cerrar la puerta de entrada. Cuando por fin se da vuelta, veo una señora de cabello blanco y edad avanzada, cargando con esfuerzo una cacerola color mostaza y un paquete envuelto en papel de aluminio.
Camina con
dificultad pero con firmeza, con la columna vertebral erguida y pasos largos,
como marcha un auto viejo con motor nuevo. Luego de los primeros metros, me doy
cuenta que viene hacia aquí. Cuando llega a mi puerta, le estoy esperando para
ayudarle con su carga. Con una sonrisa de par en par y voz un tanto agitada, se
presenta brevemente y la invito a pasar. “Es sopa casera y pan de maíz. El pan
esta aún tibio, pero pueden calentarlo si desean. Eso si, quizás deban
agregarle sal al caldo, los viejos ya no usamos muchas especias… Los vi
trabajar tanto que supe que un almuerzo caliente les ayudaría a seguir.
Bienvenidos.”
Conversamos con Bonnie un buen rato; nos habló de sus muchos años en el vecindario, de cómo quedó viuda siendo aún joven, de sus hijos ya adultos y de la historia de la casa que acabamos de comprar. Se fue luminosa como llegó, dejándonos su número de teléfono y la invitación a visitarla cuantas veces tengamos ganas de charlar o nos sintamos solos. La sopa estaba fresca y sabrosa, la tomamos despacito para que nos durara más ese gusto a hogar que no dan los condimentos . El pan estaba tierno, tibio, apenas dulce, como el mismo momento que acabábamos de vivir. De sobremesa, miré a mi computadora, todavía desarticulada en el garage como un robot obsoleto, por primera vez, quizás, bajo mi control absoluto.
Conversamos con Bonnie un buen rato; nos habló de sus muchos años en el vecindario, de cómo quedó viuda siendo aún joven, de sus hijos ya adultos y de la historia de la casa que acabamos de comprar. Se fue luminosa como llegó, dejándonos su número de teléfono y la invitación a visitarla cuantas veces tengamos ganas de charlar o nos sintamos solos. La sopa estaba fresca y sabrosa, la tomamos despacito para que nos durara más ese gusto a hogar que no dan los condimentos . El pan estaba tierno, tibio, apenas dulce, como el mismo momento que acabábamos de vivir. De sobremesa, miré a mi computadora, todavía desarticulada en el garage como un robot obsoleto, por primera vez, quizás, bajo mi control absoluto.
La era de las
comunicaciones…Pensé en el Y2k, en la transmisión simultánea de los festejos
del año nuevo; en la Internet, en los celulares… en la soledad. Millones de
personas presencian eventos deportivos, guerras, ceremonias y tragedias
naturales en directo, en colores y sin salir de su casa. Nos llegan imágenes de
cómo se vive en la India, Marruecos o Rusia. Más aún, si somos propensos a la
aventura, podremos conversar “on line” con gentes de Inglaterra o de la China…Y
pasar las horas con los ojos cuadrados en la pantalla contándole, por ejemplo a
Isabel (una hermosa muchacha de figura escultural y cualidades extraordinarias,
que probablemente en realidad se llame Juan Carlos) todas nuestras hazañas inventadas
y una vida fabulosa que no vivimos.
La era de las
comunicaciones…informados 24 horas y sin interrupción, de lo que comió el Papa,
de la temperatura en Nepal o del color de pelo de Maradona. Y totalmente ajenos
al mundo que entra por las ventanas, al hambre que no es del África sino de mi
calle, al dolor que no es de Chechenia sino de mis hospitales donde hay gente
que sufre sola; a la desolación de niños desprotegidos que están en hogares del
gobierno aquí, a la vuelta de nuestras vidas.
La era de las
comunicaciones…¿comunicación con quién? ¿O será que lo decimos en plural para
despojarlo de su connotación personal, de su compromiso esencial, de su
naturaleza primordial?
La era de las
comunicaciones: los padres no hablan con sus hijos, ni los hijos con los
padres; los abuelos están en asilos, por lo tanto se convierten en extraños
para sus hijos y en estatuas para sus nietos; el vecino es una silueta sin
nombre de quien nada sabemos, quien nada sabe de nosotros y por quien nos
preocuparemos, probablemente, si un olor fétido comienza a emanar por debajo de
su puerta. Los médicos no tratan enfermos sino enfermedades; los hospitales no
preguntan quiénes somos sino qué seguro tenemos; los restaurantes ofrecen
comida en serie, mientras los mozos sonríen a cuerda… y la angustia, el vacío y
el desencanto, se curan con Prozac.
Estamos solos.
Cada vez más solos. Solos de amigos de carne y hueso, solos de familia, solos
de vecinos, de modelos, de hermanos, de padres, de humanidad… Solos, con el cordón
umbilical cortado aún latiendo, y si nos fijamos bien, no cicatriza. En la “era
de las comunicaciones” estamos más incomunicados que nunca: bombardeados por
información que no nos nutre, fabricando relaciones con fantasmas y
olvidándonos de quiénes somos y hacia dónde vamos.
Mientras haya más
asilos de ancianos y menos familias con abuelos; mientras haya más guarderías
infantiles y menos madres en casa con sus hijos; mientras existan frascos de
comida para bebés y no madres cocinando para sus niños; mientras haya más
clasificados personales que gente conversando en la plaza; mientras haya gente
sola y adolescentes que se suicidan; mientras la televisión constituya el único
contacto con el exterior… esto seguirá siendo, para mi, la era de la INCOMUNICACION.
Mientras tanto,
sólo me queda la esperanza de que algún día haya en este mundo menos satélites…
y más sopa casera con pan de maíz.
1) Indicá la tesis.
2) ¿Cómo se relaciona la tesis con la aparición de la
anciana?
3) Señalá en el texto:
·
Punto de partida.
·
Argumentación propiamente dicha.
·
Conclusión.
4) ¿Estás de acuerdo con lo que plantea la autora? ¿Por qué?
Argumentá utilizando alguno de los recursos vistos (ejemplificación, hacer
concesiones…)
..........................................................................................................................................................
ACTIVIDAD 3
·
Leé atentamente el siguiente texto y luego realiza
las actividades:
EL LECTOR Y SUS LÍMITES
Por Beatriz Sarlo
Pocos piensan hoy
que el significado de un texto se fija en el momento de su escritura y queda
inmóvil e idéntico a sí mismo para siempre. Hans Robert Jauss y Félix Vodicka
desde la hermenéutica literaria, Michel de Certeau desde el análisis de la cultura,
Umberto Eco y Jurik Lotman desde la semiología, Carlos Ginsburg desde la
historia, Barthes desde todos los lugares, han discutido la existencia de un
sentido único, transhistórico y congelado en la página de un libro.
Si algo nos
demuestra la historia de la literatura, de las ideas o de las religiones, es
que los libros (incluso los libros "sagrados") cambian como
paisajes iluminados por luces diferentes, recorridos por sendas que cada uno va
inventando según sus deseos, sus destrezas y sus límites. Cada lector
encuentra su perspectiva favorita, desde la que organiza el espacio y da
sentido a cada uno de los elementos; desde algunas perspectivas, el paisaje
puede verse completo; desde otras, sólo se perciben los detalles más próximos o
los más evidentes. El recorrido por el paisaje-texto se hace como se puede, es
decir, con los saberes que se han aprendido antes, en esos otros escenarios que
son la escuela, la vida cotidiana, las relaciones sociales y económicas, las
experiencias más públicas y las más secretas.
Los lectores
derivamos por los textos impulsados por una corriente cuya fuerza se origina en
nuestra propia historia tanto como en la historia de otros lectores. La
libertad de los lectores no es siempre la misma: En algunas épocas, los textos
ejercen más poder e indican de modo más fijo cómo son las condiciones de uso;
en otros momentos, la libertad de los lectores es pensada como un ejercicio sin
límites ni condiciones. Como sea, nunca puede anularse del todo la
posibilidad de que los lectores realicen recorridos privados y secretos en el
paisaje de los textos; las lecturas herejes no desaparecen nunca, aunque los
guardianes de los textos quieran defenderlos de las invasiones de lectores
"indeseables".
¿Quiénes son los
guardianes? Depende: a veces un sistema político, a veces una iglesia, con
frecuencia los propios autores de textos o los críticos que escriben sus
interpretaciones y se figuran que ellas son preferibles.
Ahora bien, ¿se
puede hacer cualquier cosa con un libro?, ¿se puede recorrer de cualquier modo
el paisaje de sus signos? Evidentemente, no. Como el cazador furtivo (la imagen
es de Michel de Certeau) o como el aficionado ingenioso que con viejas piezas
de motores arma una máquina nueva, los lectores encuentran en los libros (y
también, en las películas, los programas de televisión o la música) imágenes,
ideas, configuraciones que ofrecen su propia resistencia. Para decirlo
brevemente, el cazador furtivo o el aficionado al bricolaje descubren en los
textos cosas que les sirven y cosas cuyo manejo es enigmático, piezas útiles,
que rápidamente incorporan a su mundo, y fragmentos duros, con los que parece
que no puede hacerse nada, hasta que otro lector imagina el modo de armarlos en
una nueva máquina.
Las lecturas
enfrentan límites definidos por lo que los lectores saben y pueden hacer con lo
aprendido en otros lugares (en la vida, en textos anteriores, en la escuela). Hay
lectores que comienzan el recorrido por el paisaje de los libros equipados con
todo lo necesario; pero también hay lectores que no han recorrido otros
paisajes ni han aprendido en ninguna parte cuáles son las estrategias para
cazar sentidos en la red de los textos; hay lectores que están casi presos en
un solo paisaje.
Entonces, el ejercicio de la lectura
remite a otros ejercicios: el de la diferencia social en los gustos y las
habilidades. No hay una democracia de los textos donde todos somos iguales; por
el contrario, hay clases de textos y clases de lectores donde la desigualdad ha
plantado, con antelación, sus fronteras.
Clarín, Suplemento “Cultura y Nación”, 19 de enero de 1995
1) Seleccioná el enunciado que mejor sintetice la tesis
sostenida por Beatriz Sarlo:
a)
Los lectores tienen dificultades para encontrar
en los libros lo que ellos buscan.
b)
La posición de clase determina los límites del
lector.
c)
El sentido de los textos no es único. Su
significación cambia a lo largo del tiempo.
d)
Toda lectura está determinada por las
habilidades y saberes del lector.
e)
El universo de los textos no es democrático sino
que es el reino de la desigualdad.
2) Explicá la siguiente afirmación. Ilustrá la explicación
con un ejemplo:
“los libros (incluso los
libros "sagrados") cambian como paisajes iluminados por luces
diferentes, recorridos por sendas que cada uno va inventando según sus deseos,
sus destrezas y sus límites.”
2) Explicá el sentido que produce el uso
de comillas en “sagrados” e “indeseables”
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