viernes, 30 de octubre de 2020

HISTORIA, TRABAJO y CIUDADANIA 6°2°

Cuadernillo 6to 2da  Historia, Trabajo y ciudadanía

Trabajo interdisciplinario

 

Escuela N° 24 “Frida Kahlo”

Curso: 6to 2da

Turno tarde

 

Áreas curriculares intervinientes:

Historia Rivero Viviana

Política y Ciudadanía (Claudio Martín 


 Golpe de estado de 1976

El  24  de  marzo de  1976 u n  golpe de  Estado  que derrocó al gobierno democrático de Isabel Perón y una junta integrada por el teniente general  Rafael  Videla, el  a almirante Emilio Eduardo Massera y  el brigadier Orlando Agosti tomó el mando del país.

Así comenzaba un período que dejó como marca el secuestro, la tortura, el robo de bebés y la muerte de argentinos que pensaban diferente a los que sostenían el poder en aquel entonces.

La página más oscura de la Argentina, con 30 mil desaparecidos miles de exiliados y un creciente terrorismo de estado que se infiltró en cada rincón de nuestro país.

Del mismo modo destituyeron a los gobernadores de las provincias, disolvieron el Congreso Nacional y las Legislaturas Provinciales, removieron a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y anularon las actividades gremiales como así también la de los partidos políticos. En suma clausuraron las instituciones fundamentales de la vida democrática.

La Constitución Nacional –es decir, la ley de leyes de la República Argentina–, dejó de regir la vida política del país y los ciudadanos quedaron subordinados a las normas establecidas por los militares. Se inició entonces una dictadura que se instaló en el gobierno por la fuerza, por medio de lo que se denomina golpe de Estado.

Orquestadas por seis dictaduras sudamericanas para así acabar con el comunismo.

 

Terrorismo de estado:

Se da cuando el estado viola los derechos humanos y las leyes, usando la fuerza. Consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno orientado a inducir miedo o terror en la población civil para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos.

Esta clase de terrorismo no se puede equiparar al terrorismo ejercido por personas o grupos .La razón es muy sencilla .si soy agredido en mis derechos , libertades o propiedad por otro individuo o grupo ,siempre me asiste el recurso, de acudir a las fuerzas publicas del estado para que me defiendan. Pero si el agresor es el estado quedo totalmente indefenso

 

Centros Clandestinos de Detención (C.C.D.)

Los centros de detención, que en número aproximado de 340 existieron en toda la extensión de nuestro territorio, constituyeron el presupuesto material indispensable de la política de la desaparición de personas. Por allí pasaron millares de hombres y mujeres, ilegítimamente privados de su libertad, en estadías que muchas veces se extendieron por años o de las que nunca retornaron. Allí vivieron su “desaparición”; allí transcurrieron sus días a merced de otros hombres de mentes trastornadas por la práctica de la tortura y el exterminio, mientras las autoridades militares que frecuentaban esos centros respondían a la opinión pública nacional e internacional afirmando que los desaparecidos estaban en el exterior, o que habrían sido víctimas de ajustes de cuenta entre ellos.

Con la expresión centros clandestinos de detención se hace referencia a todas las instalaciones (comisarías, cuarteles, unidades del servicio penitenciario, escuelas y otras propiedades públicas o privadas) que fueron utilizadas por las fuerzas represivas del Estado para el alojamiento de las personas privadas de su libertad de modo ilegal por razones políticas.

 

 

 

Los trabajadores y el golpe de Estado

La clase trabajadora se vio afectada en este período por políticas represivas, laborales y económicas. El golpe militar trajo consigo un nuevo esquema represivo, cuyo impacto sobre el movimiento obrero . Los activistas fueron muertos, presos, desaparecidos, exiliados. Hubo ejecuciones en las fábricas y violencias físicas y psicológicas tendientes a aterrorizar a los obreros. Se prohibieron asambleas y reuniones. Se montó un sistema complejo de prevención: el reclutamiento obrero comenzó a hacerse de modo provisional; solamente después de informar a inteligencia de las fuerzas de seguridad y recibida la respuesta de éstos se adquiría una relativa estabilidad en el trabajo. Es obvio que un antecedente como activista impedía el acceso. Este sistema estuvo vigente en las zonas industriales del país por lo menos hasta 1979. La estabilidad en las fábricas dependía ahora no solamente de la eficiencia, de la clasificación o de la disciplina sino de la adaptación ideológica

Actividad:

 

 

Planta de Ford Motor Argentina (Centro clandestino de detención).En el predio de la planta de Ford en General Pacheco, funcionó un centro clandestino de detención (CCD), en el que miembros del personal de la empresa participaron en las torturas e interrogatorios durante la última dictadura cívico militar en Argentina. El horror en el quincho de la FordFuerzas Armadas y el accionar empresarial para ejercer el poder represivo contra los trabajadores”.  Y, además, se ha podido comprobar que “dicha articulación, plasmada en directivas del Ejército que manifestaron una común preocupación por la conflictividad entre el capital y el trabajo, formó parte de la estrategia de grandes empresas, que pusieron en juego una amplia variedad de prácticas represivas que incluyeron la entrega de información y el aporte de recursos logísticos y materiales a las fuerzas represivas y la instalación de centros clandestinos de detención en el predio de sus fábricas. La empresa no sólo vendió 269 unidades de Ford Falcon “no identificables”, símbolo de los grupos de tareas durante el Terrorismo de Estado, y aportó sus F-100 para el secuestro de los trabajadores, sino que en el predio de General Pacheco montó un centro clandestino que funcionó en un quincho de la planta automotriz. Ahora, y por primera vez, la justicia intenta probar la responsabilidad en delitos de lesa humanidad de ex directivos de la compañía. La represión en la fábrica de General Pacheco estuvo focalizada en el cuerpo de delegados. El informe detalla que fueron 35 las víctimas y que  24 eran trabajadores y delegados que sufrieron persecución política y fueron detenidos en sus domicilios particulares o en el mismo lugar de trabajo. Asimismo, fueron objeto de torturas en el quincho del campo de deportes de la empresa y en las comisarías de Ingeniero Maschwitz y Tigre donde estuvieron desaparecidos hasta que fueron legalizados, puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y enviados a las cárceles de Devoto, La Plata y Sierra Chica.

La responsabilidad de los ex directivos de la Ford en delitos de lesa humanidad proviene de un conjunto de  evidencias que arrojaron tanto fuentes documentales como testimoniales:

        en el predio de la empresa se montó un centro clandestino de detención que funcionó en el espacio del quincho del campo de deportes.

        la empresa, a través de su personal jerárquico, confeccionó un listado de trabajadores que entregó a las fuerzas represivas para que procedan a su detención. Para ello, los directivos facilitaron desde los legajos personales y fotografías de sus empleados hasta camionetas para los traslados.

        la empresa y sus directivos tenían conocimiento sobre las detenciones y que varias de ellas se produjeron en el interior de la fábrica, en horario laboral y frente a compañeros y directivos.

        el Ejército recibió la contribución de camionetas F100 así como también el hecho de que le fue facilitado el almuerzo diario al personal militar allí asentado.

        la empresa, a través de sus directivos, brindó la información para los interrogatorios de los detenidos, así como un caso en el que el Jefe de Seguridad de la planta, Héctor Sibilla, participó del mismo.

Otra prueba relevante para destacar es el conocimiento de la empresa sobre la situación de detención de los trabajadores debido a que las familias tuvieron que informar a la oficina de personal una vez que recibieron los telegramas que los intimaban a presentarse a sus labores. Al recuperar la libertad, los trabajadores terminaron siendo despedidos sin cobrar ningún tipo de indemnización, al aplicarse la ley 21.400 sancionada por el régimen dictatorial en septiembre de 1976 que favorecía directamente a las empresas.

La participación de la Ford en el accionar represivo de sus propios trabajadores significó una clara señal de endurecimiento de la política de disciplinamiento y control de los trabajadores a fines de obtener aumentos en la productividad y acrecentar cada vez más sus beneficios económicos.

Responder

1-¿Cuál era el objetivo de la dictadura al entrar en las fabricas?

2-¿qué es un delito de lesa humanidad?

3-¿Cuantas victimas hubo en la fábrica?

4-¿Qué actividades hizo la empresa en beneficio de los militares?

5-¿Que es un centro clandestino de detención?

6-¿cuáles son los actores involucrados en el caso?

7-¿Qué derechos humanos se violan?

8-¿Opinión personal del caso?

 

Una placa en Escobar

“Que hoy podamos ponerle a la comisaría esta placa que simboliza lo que fue es un triunfo de toda la sociedad”, dijo Manuel Gonçalves, hijo de Gastón, una de las víctimas de Patti.

“Aunque esto parezca nada, es un montón”, dijo Manuel Gonçalves en la puerta de la comisaría de Escobar. Quienes conocen la historia, asintieron. Asintió Federico Wenner, sobreviviente del centro clandestino de detención que funcionó allí, hermano de Tilo Wenner, que no pudo sobrevivir. Asintió Camilo Juárez, de la organización Hijos. También lo hizo Judith Said, coordinadora ejecutiva del Archivo Nacional de la Memoria, organizadora del evento. Asintió el público, conmovido en semicírculo de cara a la comisaría. Gonçalves dio el discurso más emotivo de ayer, cuando se descubrió la placa que visibiliza a los centros clandestinos de secuestro y tortura que funcionaron en la Argentina durante la última dictadura militar.

“Es un acto de reparación para los familiares y los militantes –le dijo Judith Said a Página/12–, es un acto de reconocimiento a esa lucha, por los que dieron su vida. Y de repudio a todas las acciones del terrorismo de Estado.” En la comisaría 1ª de Escobar se detuvo ilegalmente a decenas de personas –el número no está confirmado–, incluso antes del golpe militar de 1976. Así lo acreditaron sobrevivientes que declararon en el juicio que el 14 de abril de 2011 condenó a prisión perpetua a Luis Alberto Patti, el represor que se recicló como intendente del municipio, y que llegó incluso a ser elegido como diputado nacional.

Organizado por la Red Federal de Sitios de Memoria, que coordina el Archivo Nacional de la Memoria, el acto contó el apoyo de parte de la militancia de zona norte: la Juventud Peronista Militante de Escobar, La Cámpora, la Comisión por la Memoria de Escobar, con sus banderas, llegaron en columna, precedidos por el ruido de los bombos, y se apostaron a un lado –el izquierdo– de la comisaría. Del otro extremo, formando un semicírculo, ocuparon las sillas las familias –abuelos, bebés en brazos– con los carteles de los desaparecidos de Escobar. Luego de descubrir la placa, que instalaron en una pared de la puerta de la comisaría –de modo que nadie que pase por allí pueda perderla de vista–, comenzaron los oradores.

“Estamos viviendo un giro cultural, pero tenemos que darlo entre todos –dijo Said–. Convoco a todos a que nos respetemos verdaderamente, para que estos hechos no vuelvan a ocurrir. Y la única forma es cumpliendo con los pilares de memoria, algo que debemos tener presente siempre, con verdad, y con justicia para los que fueron responsables. Este camino no tiene que ver sólo con cuestiones partidarias, sino con una concepción de vida que queremos para todos los argentinos.”

El hijo de Gastón Roberto José Gonçalves, Manuel Gonçalves, fue todavía más emotivo: “La primera vez que vine a Escobar vine a ver dónde había estado mi papá, en el fondo del cementerio de Escobar, en una fosa clandestina sin ninguna identificación. Y vine solo. Tuve la necesidad de hacerlo”, empezó Manuel, ante el silencio de quienes lo miraban: “En esta comisaría mi papá estuvo secuestrado, fue torturado junto a otros compañeros. De acá salió y terminó fusilado a orillas del río Luján. Para mí, Escobar no es una ciudad más. Acá encontré quizás a las mejores personas que conocí en mi vida. Son las personas que se quedaron acá y tuvieron que padecer la impunidad. Porque uno de los responsables de lo peor que les pasó en la vida, incluso fue intendente de este lugar”.

“Que hoy podamos ponerle a la comisaría esta placa que simboliza lo que fue –siguió Gonçalves– es un gran cambio, y un triunfo de toda la sociedad. Yo estuve durante mucho tiempo enojado con la sociedad de Escobar. No podía entender cómo podían haber elegido a Patti como intendente, pero también sé que lleva muchos años cambiar lo que la dictadura ha impuesto en la cabeza de muchas personas. Y aunque esto parezca nada, es un montón”, completó.

“Por este lugar pasó Tilo Wenner –hablaba su hermano menor, Federico Wenner, que conoció el centro, detenido por el mismo Patti–. Pasaron también José Gonçalves, los hermanos D’Amico, Jesús Bonnet, Ricardo Giménez, Blanca Buda, Hugo Morini, Marta Velazco”, nombró Wenner. El acto, que terminó pocos minutos después, lo cerró Camilo Juárez, de la organización Hijos, quien leyó un poema de Gastón Gonçalves tras levantar al público con el grito de “presente” por los 30 mil desaparecidos.

Ya se han señalizado 27 lugares vinculados con el terrorismo de Estado, de los cuales 25 fueron centros clandestinos. La Red Federal de Sitios de Memoria tiene prevista la próxima identificación del centro clandestino de detención conocido como La Escuelita, de la ciudad de Neuquén, ubicado en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 181, sobre la ruta 22.

Informe: Agustín Saavedra

Actividad:

Lee y analiza el artículo. Responde.

¿Qué función cumplió la comisaría de Escobar durante la última dictadura cívico-militar?.

Explica ¿Por qué es tan importante el ejercicio de la memoria y la señalización de estos sitios de memoria?

Explica que nos transmiten los familiares detenidos desaparecidos en estos acontecimientos.