Cuadernillo 6to 2da Historia, Trabajo y ciudadanía
Trabajo interdisciplinario
Escuela N° 24 “Frida
Kahlo”
Curso: 6to 2da
Turno tarde
Áreas curriculares
intervinientes:
Historia Rivero Viviana
Política y Ciudadanía (Claudio
Martín
Golpe de estado de 1976
El 24 de
marzo de 1976 u n golpe de
Estado que derrocó al gobierno
democrático de Isabel Perón y una junta integrada por el teniente general Rafael
Videla, el a almirante Emilio
Eduardo Massera y el brigadier Orlando
Agosti tomó el mando del país.
Así comenzaba un período que dejó como marca el secuestro, la tortura, el robo
de bebés y la muerte de argentinos que pensaban diferente a los que sostenían
el poder en aquel entonces.
La página más oscura de la Argentina, con 30 mil desaparecidos miles de
exiliados y un creciente terrorismo de estado que se infiltró en cada rincón de
nuestro país.
Del mismo modo destituyeron a los gobernadores de las
provincias, disolvieron el Congreso Nacional y las Legislaturas Provinciales,
removieron a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y anularon las
actividades gremiales como así también la de los partidos políticos. En suma
clausuraron las instituciones fundamentales de la vida democrática.
La Constitución
Nacional –es decir, la ley de leyes de la
República Argentina–, dejó de regir la vida política del país y los ciudadanos
quedaron subordinados a las normas establecidas por los militares. Se inició entonces
una dictadura que se instaló en el gobierno por la fuerza, por medio de lo que
se denomina golpe de Estado.
Orquestadas por seis dictaduras sudamericanas para así
acabar con el comunismo.
Terrorismo
de estado:
Se da cuando el estado viola los derechos humanos y las
leyes, usando la fuerza. Consiste en la utilización de métodos ilegítimos por
parte de un gobierno orientado a inducir miedo o terror en la población civil
para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían
por sí mismos.
Esta clase de terrorismo no se puede equiparar al terrorismo
ejercido por personas o grupos .La razón es muy sencilla .si soy agredido en
mis derechos , libertades o propiedad por otro individuo o grupo ,siempre me
asiste el recurso, de acudir a las fuerzas publicas del estado para que me
defiendan. Pero si el agresor es el estado quedo totalmente indefenso
Centros Clandestinos de Detención (C.C.D.)
Los centros de detención, que en número aproximado de 340 existieron
en toda la extensión de nuestro territorio, constituyeron el presupuesto
material indispensable de la política de la desaparición de personas. Por allí
pasaron millares de hombres y mujeres, ilegítimamente privados de su libertad,
en estadías que muchas veces se extendieron por años o de las que nunca
retornaron. Allí vivieron su “desaparición”; allí transcurrieron sus días a
merced de otros hombres de mentes trastornadas por la práctica de la tortura y
el exterminio, mientras las autoridades militares que frecuentaban esos centros
respondían a la opinión pública nacional e internacional afirmando que los
desaparecidos estaban en el exterior, o que habrían sido víctimas de ajustes de
cuenta entre ellos.
Con la
expresión centros clandestinos de detención se hace referencia a todas las
instalaciones (comisarías, cuarteles, unidades del servicio penitenciario,
escuelas y otras propiedades públicas o privadas) que fueron utilizadas por las
fuerzas represivas del Estado para el alojamiento de las personas privadas de
su libertad de modo ilegal por razones políticas.
Los
trabajadores y el golpe de Estado
La clase trabajadora se vio afectada en este período por
políticas represivas, laborales y económicas. El golpe militar trajo consigo un
nuevo esquema represivo, cuyo impacto sobre el movimiento obrero . Los
activistas fueron muertos, presos, desaparecidos, exiliados. Hubo ejecuciones
en las fábricas y violencias físicas y psicológicas tendientes a aterrorizar a
los obreros. Se prohibieron asambleas y reuniones. Se montó un sistema complejo
de prevención: el reclutamiento obrero comenzó a hacerse de modo provisional;
solamente después de informar a inteligencia de las fuerzas de seguridad y
recibida la respuesta de éstos se adquiría una relativa estabilidad en el
trabajo. Es obvio que un antecedente como activista impedía el acceso. Este
sistema estuvo vigente en las zonas industriales del país por lo menos hasta
1979. La estabilidad en las fábricas dependía ahora no solamente de la
eficiencia, de la clasificación o de la disciplina sino de la adaptación
ideológica
Actividad:
Planta de Ford Motor Argentina
(Centro clandestino de detención).En el predio de la planta de Ford en General Pacheco, funcionó un centro clandestino
de detención (CCD), en el que miembros del
personal de la empresa participaron en las torturas e interrogatorios durante
la última dictadura
cívico militar en Argentina. El horror en el quincho de la FordFuerzas Armadas y
el accionar empresarial para ejercer el poder represivo contra los
trabajadores”. Y, además, se ha podido comprobar que “dicha articulación,
plasmada en directivas del Ejército que manifestaron una común preocupación por
la conflictividad entre el capital y el trabajo, formó parte de la estrategia
de grandes empresas, que pusieron en juego una amplia variedad de prácticas
represivas que incluyeron la entrega de información y el aporte de recursos logísticos
y materiales a las fuerzas represivas y la instalación de centros clandestinos
de detención en el predio de sus fábricas. La empresa no sólo vendió 269
unidades de Ford Falcon “no identificables”, símbolo de los grupos de tareas
durante el Terrorismo de Estado, y aportó sus F-100 para el secuestro de los
trabajadores, sino que en el predio de General Pacheco montó un centro
clandestino que funcionó en un quincho de la planta automotriz. Ahora, y por
primera vez, la justicia intenta probar la responsabilidad en delitos de lesa
humanidad de ex directivos de la compañía. La represión en la fábrica de
General Pacheco estuvo focalizada en el cuerpo de delegados. El informe detalla
que fueron 35 las víctimas y que 24 eran trabajadores y delegados que sufrieron
persecución política y fueron detenidos en sus domicilios particulares o en el
mismo lugar de trabajo. Asimismo, fueron objeto de torturas en el quincho del
campo de deportes de la empresa y en las comisarías de Ingeniero Maschwitz y
Tigre donde estuvieron desaparecidos hasta que fueron legalizados, puestos a
disposición del Poder Ejecutivo Nacional y enviados a las cárceles de Devoto,
La Plata y Sierra Chica.
La responsabilidad de los ex directivos de la Ford en
delitos de lesa humanidad proviene de un conjunto de evidencias que
arrojaron tanto fuentes documentales como testimoniales:
●
en el predio de la empresa se montó un centro
clandestino de detención que funcionó en el espacio del quincho del campo de
deportes.
●
la empresa, a través de su personal jerárquico,
confeccionó un listado de trabajadores que entregó a las fuerzas represivas
para que procedan a su detención. Para ello, los directivos facilitaron desde
los legajos personales y fotografías de sus empleados hasta camionetas para los
traslados.
●
la empresa y sus directivos tenían conocimiento
sobre las detenciones y que varias de ellas se produjeron en el interior de la
fábrica, en horario laboral y frente a compañeros y directivos.
●
el Ejército recibió la contribución de
camionetas F100 así como también el hecho de que le fue facilitado el almuerzo
diario al personal militar allí asentado.
●
la empresa, a través de sus directivos, brindó
la información para los interrogatorios de los detenidos, así como un caso en
el que el Jefe de Seguridad de la planta, Héctor Sibilla, participó del mismo.
Otra prueba relevante para destacar es el conocimiento de la
empresa sobre la situación de detención de los trabajadores debido a que las
familias tuvieron que informar a la oficina de personal una vez que recibieron
los telegramas que los intimaban a presentarse a sus labores. Al recuperar la
libertad, los trabajadores terminaron siendo despedidos sin cobrar ningún tipo
de indemnización, al aplicarse la ley 21.400 sancionada por el régimen
dictatorial en septiembre de 1976 que favorecía directamente a las empresas.
La participación de la Ford en el accionar represivo de sus
propios trabajadores significó una clara señal de endurecimiento de la política
de disciplinamiento y control de los trabajadores a fines de obtener aumentos
en la productividad y acrecentar cada vez más sus beneficios económicos.
Responder
1-¿Cuál era el objetivo de la dictadura al entrar en las
fabricas?
2-¿qué es un delito de lesa humanidad?
3-¿Cuantas victimas hubo en la fábrica?
4-¿Qué actividades hizo la empresa en beneficio de los
militares?
5-¿Que es un centro clandestino de detención?
6-¿cuáles son los actores involucrados en el caso?
7-¿Qué derechos humanos se violan?
8-¿Opinión personal del caso?
Una placa en Escobar
“Que
hoy podamos ponerle a la comisaría esta placa que simboliza lo que fue es un
triunfo de toda la sociedad”, dijo Manuel Gonçalves, hijo de Gastón, una de las
víctimas de Patti.
“Aunque
esto parezca nada, es un montón”, dijo Manuel Gonçalves en la puerta de la
comisaría de Escobar. Quienes conocen la historia, asintieron. Asintió Federico
Wenner, sobreviviente del centro clandestino de detención que funcionó allí,
hermano de Tilo Wenner, que no pudo sobrevivir. Asintió Camilo Juárez, de la
organización Hijos. También lo hizo Judith Said, coordinadora ejecutiva del
Archivo Nacional de la Memoria, organizadora del evento. Asintió el público,
conmovido en semicírculo de cara a la comisaría. Gonçalves dio el discurso más
emotivo de ayer, cuando se descubrió la placa que visibiliza a los centros
clandestinos de secuestro y tortura que funcionaron en la Argentina durante la
última dictadura militar.
“Es
un acto de reparación para los familiares y los militantes –le dijo Judith Said
a Página/12–, es un acto de reconocimiento a esa lucha, por los que dieron su
vida. Y de repudio a todas las acciones del terrorismo de Estado.” En la
comisaría 1ª de Escobar se detuvo ilegalmente a decenas de personas –el número
no está confirmado–, incluso antes del golpe militar de 1976. Así lo
acreditaron sobrevivientes que declararon en el juicio que el 14 de abril de
2011 condenó a prisión perpetua a Luis Alberto Patti, el represor que se
recicló como intendente del municipio, y que llegó incluso a ser elegido como
diputado nacional.
Organizado
por la Red Federal de Sitios de Memoria, que coordina el Archivo Nacional de la
Memoria, el acto contó el apoyo de parte de la militancia de zona norte: la
Juventud Peronista Militante de Escobar, La Cámpora, la Comisión por la Memoria
de Escobar, con sus banderas, llegaron en columna, precedidos por el ruido de
los bombos, y se apostaron a un lado –el izquierdo– de la comisaría. Del otro
extremo, formando un semicírculo, ocuparon las sillas las familias –abuelos,
bebés en brazos– con los carteles de los desaparecidos de Escobar. Luego de
descubrir la placa, que instalaron en una pared de la puerta de la comisaría
–de modo que nadie que pase por allí pueda perderla de vista–, comenzaron los
oradores.
“Estamos
viviendo un giro cultural, pero tenemos que darlo entre todos –dijo Said–.
Convoco a todos a que nos respetemos verdaderamente, para que estos hechos no
vuelvan a ocurrir. Y la única forma es cumpliendo con los pilares de memoria,
algo que debemos tener presente siempre, con verdad, y con justicia para los
que fueron responsables. Este camino no tiene que ver sólo con cuestiones
partidarias, sino con una concepción de vida que queremos para todos los
argentinos.”
El
hijo de Gastón Roberto José Gonçalves, Manuel Gonçalves, fue todavía más emotivo:
“La primera vez que vine a Escobar vine a ver dónde había estado mi papá, en el
fondo del cementerio de Escobar, en una fosa clandestina sin ninguna
identificación. Y vine solo. Tuve la necesidad de hacerlo”, empezó Manuel, ante
el silencio de quienes lo miraban: “En esta comisaría mi papá estuvo
secuestrado, fue torturado junto a otros compañeros. De acá salió y terminó
fusilado a orillas del río Luján. Para mí, Escobar no es una ciudad más. Acá
encontré quizás a las mejores personas que conocí en mi vida. Son las personas
que se quedaron acá y tuvieron que padecer la impunidad. Porque uno de los
responsables de lo peor que les pasó en la vida, incluso fue intendente de este
lugar”.
“Que
hoy podamos ponerle a la comisaría esta placa que simboliza lo que fue –siguió
Gonçalves– es un gran cambio, y un triunfo de toda la sociedad. Yo estuve
durante mucho tiempo enojado con la sociedad de Escobar. No podía entender cómo
podían haber elegido a Patti como intendente, pero también sé que lleva muchos
años cambiar lo que la dictadura ha impuesto en la cabeza de muchas personas. Y
aunque esto parezca nada, es un montón”, completó.
“Por
este lugar pasó Tilo Wenner –hablaba su hermano menor, Federico Wenner, que
conoció el centro, detenido por el mismo Patti–. Pasaron también José
Gonçalves, los hermanos D’Amico, Jesús Bonnet, Ricardo Giménez, Blanca Buda,
Hugo Morini, Marta Velazco”, nombró Wenner. El acto, que terminó pocos minutos
después, lo cerró Camilo Juárez, de la organización Hijos, quien leyó un poema de
Gastón Gonçalves tras levantar al público con el grito de “presente” por los 30
mil desaparecidos.
Ya
se han señalizado 27 lugares vinculados con el terrorismo de Estado, de los
cuales 25 fueron centros clandestinos. La Red Federal de Sitios de Memoria tiene
prevista la próxima identificación del centro clandestino de detención conocido
como La Escuelita, de la ciudad de Neuquén, ubicado en el Batallón de
Ingenieros de Construcciones 181, sobre la ruta 22.
Informe:
Agustín Saavedra
Actividad:
Lee y analiza el artículo. Responde.
¿Qué
función cumplió la comisaría de Escobar durante la última dictadura
cívico-militar?.
Explica
¿Por qué es tan importante el ejercicio de la memoria y la señalización de
estos sitios de memoria?
Explica
que nos transmiten los familiares detenidos desaparecidos en estos
acontecimientos.